Platos listos para comer no aptos para microondas, el nuevo informe del Observatorio de Corporaciones Alimentarias (OCA) de Justicia Alimentaria
2 octubre, 2025
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El sector de los platos preparados ha crecido un 48% en tan solo dos años y ya es la nueva gallina de los huevos de oro de las grandes cadenas de supermercado
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Uno de los últimos estudios del CSIC detectó sustancias químicas en el 85 % de 109 muestras y algunos alimentos aumentaron hasta 50 veces los niveles de plastificantes previos a la cocción
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Calentar los platos listos para comer en sus envases plásticos incrementa la presencia de aditivos tóxicos (vía migración) y desde Justicia Alimentaria creemos que el dibujo de Apto para microondas en la etiqueta de estos platos genera confusión a la persona consumidora
Tras denunciar el mal uso de lo artesano en productos alimentarios, los cultivos de mango en la Axarquía malagueña, la venta de dátiles de Israel en los supermercados españoles, la presencia de derivados del petróleo en alimentos infantiles, el ecopostureo de Endesa con la comercialización de la miel solar, los pesticidas de las ensaladas en bolsa de los productos envasados por Mercadona, la voracidad exportadora de dos megaempresas de la naranja valenciana y la destrucción masiva de plátanos en Canarias, llega el noveno informe del Observatorio de Corporaciones Alimentarias (OCA) focalizado en los microplásticos que ingerimos tras calentar los platos listos para comer del supermercado después de calentarlos en el microondas
CONTEXTO
Para entender el boom de los platos preparados en los supermercados hay que ahondar en las razones socioeconómicas vinculadas al acelerado ritmo de vida, la falta de tiempo para cocinar, la conveniencia, la pérdida de cultura culinaria o la búsqueda de una dieta variada en base a la comodidad. Al menos, estas son las principales causas que esgrime la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (ASEFAPRE). De acuerdo con los datos hechos públicos, el consumo de platos preparados está cerca de los ocho millones de consumidores. Ocho millones y subiendo a diario. La nueva gallina de los huevos de oro de las grandes cadenas de supermercado ha tenido un efecto directo: el sector ha crecido un 48% en tan solo dos años. Y esto sucede, según los expertos, porque “hoy no solo se compran alimentos, se buscan soluciones”. Pero, ¿qué ocurre si la solución puede ser perjudicial para la salud de la persona consumidora? ¿Qué sucede si no todo está tan listo para comer como parece a simple vista.
SOBRE LOS MICROPLÁSTICOS EN TU COMIDA
El término «plástico» es genérico; no existe un único componente del plástico en términos de composición química. El término describe una familia numerosa de sustancias poliméricas Pensemos que existen más de 3000 sustancias químicas diferentes asociadas a los plásticos y más de 60 caracterizadas como sustancias de alto riesgo para la salud, siendo algunas de ellas persistentes, bioacumulables y tóxicas. Pero aún hay más: más de 4 000 sustancias distintas se añaden, de manera intencionada, a los plásticos, y a ellas hay que sumar un número indeterminado, pero muy alto, de las llamadas sustancias añadidas no intencionadamente, que son aquellas que se encuentran en los plásticos y que se han formado por polimerización, o rotura de sustancias añadidas o presentes, o impurezas que se han arrastrado en la fase de producción.
La mayoría de los plásticos se fabrican a partir de productos petroquímicos. La toxicidad de los diversos compuestos plásticos depende de su composición y de su estabilidad en diversas condiciones, por ejemplo, al calentarlos en un horno microondas. En estas coordenadas, dos aditivos presentes en diversos plásticos han preocupado a los toxicólogos durante muchos años como posibles riesgos para la salud humana: el bisfenol A (BPA) y los ftalatos.
Durante muchos años, se nos ha advertido que no debemos calentar alimentos en recipientes de plástico en el microondas, ya que esto puede provocar la migración de componentes plásticos dañinos a los alimentos. A pesar de estas advertencias, muchos alimentos en nuestros supermercados se envasan en diversos recipientes de plástico, a menudo etiquetados como aptos para microondas. Y quizás el caso más paradigmático por su auge en el consumo sean los platos elaborados. Entonces, si existía y existe evidencia científica contrastada de que sustancias potencialmente dañinas como los microplásticos se transfirieren de los recipientes de plástico a los alimentos durante el calentamiento en el microondas, ¿por qué se siguen comercializando sin ningún tipo de advertencia a la persona consumidora del riesgo de migración de aditivos plásticos al alimento? ¿Qué tan peligrosas son las cantidades minúsculas de estos plásticos después de la ingestión en la vida diaria?
EL ÚLTIMO ESTUDIO DEL CSIC
En 2025 ha salido a la luz el estudio ‘Aditivos plásticos en la dieta: aparición y exposición dietética en distintos grupos de población’, una investigación del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, IDAEA-CSIC. Sorprendentemente, casi no ha tenido ninguna repercusión en los medios de comunicación pese a sus conclusiones impactantes en relación al boom de consumo de platos elaborados, ya que de las conclusiones se deduce que con los platos prepara dos comemos plástico (en forma de microplástico) y comemos comida contaminada con estos aditivos tóxicos (por migración). Es decir, hay un doble impacto en la salud de la persona consumidora.
Las conclusiones del estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, IDAEA-CSIC son las siguientes:
- Se detectó sustancias químicas en el 85 % de 109 muestras.
- Se identificaron hasta 20 aditivos diferentes
- Algunos alimentos aumentaron hasta 50 veces los niveles de plastificantes previos a la cocción.
- Los grupos de alimentos con mayores concentraciones fueron carne (193 ng/g de peso húmedo), condimentos (163 ng/g de peso húmedo), alimentos infantiles (125 ng/g de peso húmedo) y productos del mar (109 ng/g de peso húmedo).
- En los ensayos de transferencia en comidas listas para cocinar, se reveló un aumento en los niveles de plastificantes transferidos desde el envase al alimento
Conclusión: calentar los platos listos para comer en sus envases plásticos incrementa la presencia de aditivos tóxicos (vía migración).
¿APTO PARA MICROONDAS?
Miles de productos alimentarios a la venta en supermercados llevan alguno de los dibujitos de alimentos que se pueden calentar o descongelar en el microondas con toda seguridad. Hay diversas versiones, pero todas comparten las rayas onduladas en horizontal.
Es la ilustración de una normativa española, concretamente la norma UNE-EN 15284:2007 que establece un método de ensayo para determinar la resistencia de los artículos de cocina, como cerámicos, cristales, vitrocerámicos o plásticos, al calentamiento en microondas. Es un estándar europeo que se traduce en varias versiones oficiales que garantizan que el plástico no se funde ni se deforma a altas temperaturas y que hay que cumplir con una normativa europea específica. Particularmente, se ha analizado el riesgo de agrietamiento, cuarteado, descamación, color, fusión, deformación, idoneidad para reutilización y carbonización del plástico. Ahora bien, estos criterios de inspección poca o nada tiene que ver con la posible migración de plásticos a los alimentos ni tampoco que garantice menos toxicidad.
PETICIONES DE JUSTICIA ALIMENTARIA
- Prohibir el uso de plásticos superfluos en cualquier tipo de plato preparados. El único camino es avanzar hacia la desplastificación de la cadena alimentaria.
- Aplicando el principio de precaución de aditivos plásticos y microplásticos, eliminar “Apto para microondas” de la etiqueta de estos productos hasta que no incorporen una completa evaluación toxicológica.
- No consumir platos elaborados del supermercado envasados en plástico. SI se consumen, trasladar el contenido a un plato de cristal o cerámica antes de calentar.
- Invertir en estudios sobre los efectos a largo plazo en la salud de la ingesta de microplásticos y aditivos plásticos.