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Cocinando saberes entre El Salvador y Aragón

29 octubre, 2025

Las cooperativistas salvadoreñas Cecilia Alfaro y Juanita García, integrantes de la organización FEDECOOPADES, visitaron la semana pasada Aragón de la mano de Justicia Alimentaria para conocer iniciativas agroalimentarias de la zona.

Juanita García no había visto nunca el otoño y al llegar a Aragón se sorprendió con los colores de los “árboles de fuego”, como ella los llamó. En Ahuachapán, la región de El Salvador de la que procede, el clima es tropical y los árboles siempre están verdes y frondosos gracias a la humedad y al calor constante.

Juanita trabaja en la cooperativa agraria El Jícaro desde hace tres décadas. Se dedican a la acuicultura y al ecoturismo gestionando un complejo familiar y de aventura que mezcla zonas de descanso con actividades deportivas. La cooperativa El Jícaro forma parte de FEDECOOPADES, una federación que aglutina a 13 cooperativas agrarias más de todo el país, entre las que también se encuentra la cooperativa de Cecilia Alfaro, que produce principalmente café y cacao, así como granos básicos como el maíz y el frijol además de hortalizas y frutales.

Ambas realizaron del 15 al 23 de octubre una gira por la Jacetania, el Alto Gállego y el Sobrarbe narrando su experiencia cooperativista en el marco de un proyecto impulsado por la organización Justicia Alimentaria y financiado por el Gobierno de Aragón. El proyecto de cooperación ha tenido como objetivo fortalecer el trabajo de las cooperativas y apoyarles en el acopio y distribución de sus productos, potenciando el liderazgo del campesinado en la elaboración de políticas públicas que mejoren la producción agropecuaria y sus condiciones de vida. La visita de Cecilia y Juanita las ha llevado a recorrer varios centros educativos en Jaca, Sabiñánigo, Aínsa y Zaragoza en los que han narrado cómo trabajan desde FEDECOOPADES para promover la agricultura y ganadería local.

Pero el objetivo de su visita no era solo compartir sus conocimientos sino también visitar diversos proyectos de producción y transformación agroalimentaria en nuestro territorio y generar intercambios con proyectos aragoneses para nutrirse de otras iniciativas, ideas y formatos de comercialización.

Un viaje de sabores por el Pirineo

El recorrido por estos sabores y saberes del Pirineo comenzó el viernes 17 con una charla en Biescas, previa a la Feria de Otoño, en la que Cecilia y Juanita compartieron visiones con la veterinaria y divulgadora rural Lucía López Marco y la ganadera Rosa Avellanet de Borda Matías.

El sábado 18 las salvadoreñas se acercaron a la agrotienda que Rosa gestiona en Orós junto con su marido Ricardo y dialogaron acerca de las dificultades que enfrenta la producción agroalimentaria en el mundo rural. A pesar de las diferencias históricas y culturales, expusieron dificultades similares relacionadas con el impacto del cambio climático en los cultivos y la necesidad de implementar medidas adaptativas, el escaso relevo generacional y problemas en la transmisión de saberes asociados al campo, las trabas burocráticas y poca flexibilidad para adaptar la normativa a las necesidades del día a día en la ganadería y la agricultura.

Durante el resto de su estancia conocieron proyectos como la iniciativa apícola de educación ambiental A Redolada, ubicada en Artosilla, la de mermeladas La Marmita en Boltaña, Casa Fes en Aínsa o el vivero de empresas agroalimentarias de Adecuara. En esta última visita, dinamizada por Elena Abós, gerente de Adecuara, conocieron también de primera mano el trabajo de la empresa familiar Ternera del Valle de Aísa.

De todas estas iniciativas Juanita García resaltaba la importancia de los circuitos cortos de comercialización a través de los cuales los productores venden directamente al consumidor. Estos circuitos cortos son cada vez más comunes en nuestra zona gracias a la proliferación de pequeños grupos de consumo autoorganizados que unen directamente a productores locales y habitantes.

Encuentro de mujeres cooperativistas

El martes por la tarde tuvo lugar un encuentro entre estas dos mujeres cooperativistas y dos de las integrantes de la cooperativa Ixambre de Artieda, María Pulido y Natalia Oliveros, un ejemplo clave de nuestro territorio sobre cómo solventar colectivamente la carencia de opciones laborales en nuestros pueblos.

La cooperativa Ixambre, que significa “enjambre” en aragonés ribagorzano, nació en junio de 2021 en Artieda. Esta iniciativa, impulsada por cinco jóvenes radicados en la localidad jacetana, busca el desarrollo personal y profesional del medio rural a través de la organización del trabajo. Ofrecen varios servicios de consultoría y de gestión de subvenciones públicas para ayuntamientos y también han sido los encargados de gestionar el albergue y camping local hasta hace pocos meses.

El encuentro entre las cooperativistas comenzó con un paseo por Artieda en el que María y Natalia explicaron el contexto social y político de Artieda, rescatando la lucha contra el recrecimiento de Yesa, el impacto que ha tenido el pantano en el pueblo a lo largo de las décadas.

Tras el paseo comenzó la mesa redonda en el Ayuntamiento de Artieda, con el objetivo de explicar la creación y funcionamiento de ambas cooperativas, el trabajo que desarrollan y las dificultades que atraviesan, de nuevo, comunes a pesar de las distancias físicas, históricas y culturales entre El Salvador y el Alto Aragón.

Mientras que las cooperativas de FEDECOOPADES son principalmente agrícolas y se basan en la transformación y abastecimiento agroalimentario, Ixambre es una cooperativa de servicios que nació con poco presupuesto y centrada en los conocimientos y habilidades de sus integrantes. Según María Pulido, Ixambre nació porque querían “crear una herramienta que pudiera ofrecer todo tipo de servicios en función de las socias trabajadoras y lo que supieran hacer”.

La transformación agroalimentaria ha sido siempre una línea que han deseado implementar en Artieda, desde el proyecto La Jardinera, basado en la transformación de hierbas medicinales al proyecto actual Mi Menú, destinado a ofrecer un menú a domicilio para habitantes de pueblos cercanos. El objetivo de Mi Menú es mitigar las dificultades de acceso a la compra básica, especialmente de los mayores, ya que no hay supermercados cerca y los vecinos y vecinas dependen mucho de transporte privado para desplazarse a localidades grandes para abastecerse.

Este proyecto social, sin embargo, implica unos requisitos muy exigentes a nivel de infraestructura y de sanidad que según las mujeres de Ixambre “son muy difícilmente abarcables ya que requieren de una inversión muy cara para el exiguo retorno económico que tienen esos proyectos. “La probabilidad de que se recupere esa inversión es mínima a no ser que una entidad de la ayuda y facilidades necesarias”, comentó.

FEDECOOPADES también enfrenta dificultades en el ámbito burocrático a la hora de producir y distribuir sus alimentos, pero, además, acusan el impacto del cambio climático especialmente en los últimos años. Según Cecilia Alfaro, el cambio climático está afectando mucho a la producción cafetalera ya que se está adelantando la floración del café. “Nosotros siempre iniciábamos a cortar a mediados de noviembre, pero desde hace unos años hemos adelantado la cosecha a octubre”, explicaba Alfaro. Para adaptarse, Alfaro explica que están implementando medidas como crear “barreras vivas y explorar nuevos cultivos más resistentes”.

La innovación y capacidad de adaptación de los emprendedores del mundo rural es constante y es otra de las características similares entre ambas cooperativas. Un esfuerzo que debería ser recompensado desde el origen valorando sus productos y, como resaltó Alfaro facilitando que “agricultores y agricultoras recibamos precios justos por nuestro trabajo”.

Por su parte, Juanita García concluyó su exposición con el deseo de que “nuestros hijos no tengan que emigrar, que se queden en nuestra tierra gracias a la creación de empleos dignos y que podamos seguir produciendo alimentos de buena calidad poniendo en el centro el cuidado de la tierra”.

Trabajo, oportunidades laborales y servicios en nuestros pueblos. Esta es la visión compartida del futuro del mundo rural a ambos lados del Atlántico.