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¿Qué posibilidades tenemos de comer algo que no implique deforestación?

7 setembre, 2022

El consumo de carne de vacuno, aceite de palma, habas de soja, madera, cacao y café en la Unión Europea impulsa la deforestación y la degradación forestal en todo el mundo.

El principal motor de la deforestación es la expansión de las tierras agrícolas, que está vinculada a la producción de productos básicos que importamos, como soja, carne de vacuno, aceite de palma, madera, cacao y café.

Una gran mayoría de la opinión pública apoya una legislación europea más ambiciosa que combata la destrucción de bosques, sabanas o humedales y que respete los derechos de los pueblos indígenas.

La UE pretende poner fin a esta situación impidiendo la comercialización de materias primas y productos relacionados con la deforestación.

¿Cómo?

En noviembre de 2021 la Comisión Europea puso sobre la mesa una Propuesta de Reglamento relativa a la comercialización en el mercado de la UE y a la exportación desde la misma UE de determinados productos básicos y asociados a la deforestación y la degradación forestal.

¿Qué propone?

La norma intenta frenar el efecto que produce sobre la deforestación mundial el consumo de ciertos productos en la UE. Para ello, impone requisitos a la importación, exportación, producción y comercialización de dichos productos en la UE.

¿A qué productos afecta?

A seis productos básicos (carne de vacuno, madera, aceite de palma, soja, café y cacao) y algunos de sus productos derivados (por ejemplo, cuero, chocolate o muebles) están incluidos en el ámbito de aplicación.

¿Cómo nos posicionamos desde la sociedad civil organizada?

La propuesta representa un avance fundamental en materia de gobernanza ambiental a nivel mundial, y es una gran oportunidad para minimizar los impactos negativos de las actividades de la UE en las personas y en el planeta, de acuerdo con sus compromisos relativos al clima, la biodiversidad y los derechos humanos.

Más ambición

Un manifiesto firmado por un centenar de organizaciones, entre ellas, Justicia Alimentaria, reivindica una legislación rigurosa y ambiciosa que satisfaga las elevadas expectativas de los ciudadanos de la UE.

Para ello, pedimos al Parlamento Europeo y a los Estados miembros reforzar la propuesta actual en los siguientes aspectos:

  1. Incluir requisitos de sostenibilidad basados en criterios objetivos.
  2. Utilizar definiciones más estrictas de los términos “bosque”, “deforestación” y “degradación forestal”.
  3. Establecer requisitos que exijan respetar los derechos humanos reconocidos internacionalmente.
  4. Incluir la protección, desde su entrada en vigor, de otros ecosistemas naturales, como sabanas, turberas y humedales.
  5. Incorporar requisitos equivalentes de deber de vigilancia (o diligencia debida).
  6. Ampliar el listado de productos cubiertos desde su entrada en vigor, incorporando todos los tipos de ganado (no solo vacuno), el caucho y el maíz, así como todos los productos que contengan cualquiera de las materias primas incluidas, o que se hayan cultivado o producido a partir de aquellas.
  7. Eliminar todo tipo de excepciones. Se debe eliminar la diligencia debida “simplificada”.
  8. Incluir cláusulas de responsabilidad civil, acceso a la justicia y responsabilidad penal por incumplimientos graves.
  9. Incluir requisitos más estrictos de transparencia en la cadena de suministro y durante el proceso de información pública sobre los procedimientos, los resultados y las declaraciones de diligencia debida de todos los operadores.
  10. Establecer criterios claros, objetivos y medibles para una evaluación y clasificación de los países y territorios subnacionales, que permitan abordar los requisitos de sostenibilidad y legalidad.
  11. Establecer una fecha de corte anterior al 2020, para evitar encubrir la deforestación que tuvo lugar en el pasado y no socavar iniciativas como la Moratoria de la Soja en la Amazonía.
  12. Las obligaciones de diligencia debida de la cadena de suministro basadas en resultados e impuestas a operadores y grandes comerciantes, que garantizan una trazabilidad total de la parcela de producción, según la geolocalización, y la plena transparencia de los productores y los comerciantes de la etapa inicial de la cadena.
  13. Los esquemas de certificación o verificación a cargo de terceros no deben ser eximentes.
  14. Un marco de aplicación estricto que incluya múltiples mecanismos públicos y privados.
  15. Un período de transición máximo de 12 meses.
  16. Compromiso con los países productores, en forma de diálogos estructurados, apoyo financiero y técnico específico u otras formas de cooperación que permitan respaldar las prácticas agroecológicas y la producción desvinculadas de la destrucción de bosques y ecosistemas, y que respeten los derechos humanos.

Los días 12 y 13 de septiembre tendrá lugar en el Parlamento Europeo la votación del Reglamento.

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