ActualidadCampañas

ERROR 404: la nueva campaña de Justicia Alimentaria denuncia la desaparición del campesinado y la amenaza agrotecnológica

5 març, 2025

  • La nueva campaña busca los nombres propios que controlan la agricultura de precisión, la ganadería smart, la carne de laboratorio y la agricultura generativa: “Quien controla los datos, controla el campo”

  • El informe, que va acompañado de un vídeo y una web interactiva, denuncia que la expansión de la agricultura tecnificada está hiper subvencionadas, desregulada, sin transparencia y no ha demostrado aún su eficiencia

  • Justicia Alimentaria expone 8 propuestas para combatir el capitalismo digital agroalimentario para favorecer una nueva Ley de Agricultura y alimentación digital

Sabemos que Elon Musk manipula el algoritmo para controlar la red social X. Pero… ¿Sabemos quién controla el campo? ¿Sabemos si existen Elon Musk en nuestra agricultura? ‘ERROR 404, ¿Un mundo sin agricultor@s?’ es la nueva campaña de Justicia Alimentaria que denuncia la desaparición del campesinado y la amenaza agrotecnológica.  Porque nos exponemos a un futuro incierto si damos todo el poder a la agricultura tecnificada que no ha demostrado su eficiencia y cuyo objetivo es el control de la cadena agroalimentaria y continuar con el uso y consumo masivo de agroquímicos.

Tiene muchos nombres: agricultura de precisión, inteligente, climática; ganadería regenerativa; Big Data alimentario; revolución verde 4.0… Pero la idea siempre es la misma: vamos a transformar los campos y las granjas en un laboratorio de precisión donde sensores, cámaras, robots, drones, algoritmos, satélites e Inteligencia Artificial ajusten al mililitro las dosis de fertilizantes, de pesticidas, de agua.

PRECISIÓN E INTELIGENCIA son dos de las palabras más utilizadas del relato de esta nueva arcadia tecnológica. Pero, ¿y si resulta que la agricultura tecnificada no es ni nueva ni revolucionaria ni, por supuesto, solución al problema real del modelo agroalimentario actual?

Teniendo en cuenta que los datos alimentarios son el nuevo petróleo, el hecho de que esté en manos totalmente privadas es, ya de por sí, un riesgo social enorme. Además, esas manos están básicamente desreguladas, hiper subvencionadas y operan con falta de transparencia. Encima mostramos con datos y tablas que tanta agrotecnología aún no ha demostrado su eficiencia.

La nueva campaña, que va acompañada de un vídeo introductorio, pone nombres propios a la agricultura inteligente (Bayer Monsanto a Basf, Syngenta, Cropaia o el caso paradigmático de la organización EAT), la agricultura generativa (con el gran aval de Nestlé, Syngenta, PepsiCo, Archer Daniels Midland, Wallmart), la ganadería smart (DeLaval, Allflex, GEA Farm technology, Afimilk, Lely International, etc) y a la carne de laboratorio (Beyond Meat, Impossible Foods, Motif Foodworks, Ginkgo Bioworks, BioMilq, Nature’s Fynd, Eat Just, Perfect Day Food, NotCo).

“La tecnología moldea el mundo y lo hace en función de unos intereses socioeconómicos muy concretos. Necesitamos un cambio de paradigma agroalimentario, un cambio político basado en la agroecología y la Soberanía Alimentaria, no una agudización de la alimentación corporativa actual…por muchas lucecitas LED que lleve incorporadas… “

(Javier Guzmán, director de Justicia Alimentaria)

El informe de denuncia viene acompañado de ocho propuestas de cambio:

  1. Nuestros datos agrícolas y alimentarios deben ser valorados como un activo social fundamental y deben ser considerados un bien común.
  2. Potenciar las herramientas digitales de código abierto, participativas y comunitarias.
  3. Proteger a la sociedad a través de las políticas públicas adecuadas que regulen la actividad de las empresas de agritech. Así, es necesario impulsar la transparencia en las corporaciones de la agricultura y alimentación digital, sacando de la opacidad tanto los algoritmos como los sistemas de captura y control de datos, sus usos y sus rutas de compra-venta, de la misma manera que se opera con cualquier otra materia prima.
  4. Inversión pública en las diferentes infraestructuras imprescindibles para que estas operen adecuadamente.
  5. Elaborar una Ley de Agricultura y alimentación digital, que incorpore el acceso público y control de los datos, así como la presencia y expansión de lo público-comunitario en las herramientas e infraestructuras digitales de alimentación.
  6. Impulsar una fiscalidad justa de la economía digital alimentaria.
  7. No dar apoyo público a la agricultura hipertecnificada y, en cambio, proteger, potenciar y favorecer los sistemas alimentarios locales de producción familiar. Reorientar la Estrategia Nacional de Alimentación que se está redactando, para proteger adecuadamente al campesinado y la ciudadanía de los riesgos de la agricultura y alimentación digital controlada por el agronegocio. Especialmente los puntos 19, 20 y 21 de la misma, deben asegurar el desarrollo de herramientas público-comunitarias, la protección frente a las corporativas y la apuesta decidida por una agricultura y alimentación menos dependiente del agronegocio, más diversa social y ambientalmente, más orientada a los mercados locales y no a la agroexportación, y más resiliente en un momento de alta volatilidad climática y geopolítica.
  8. Regular y poner orden en el concepto de Agricultura Regenerativa, actuar contra las autocertificaciones corporativas que generan confusión e inducen a error a la ciudadanía y el consumo y, al mismo tiempo, potenciar la Agroecología como el sistema productivo prioritario.