Justicia Alimentaria propone la prohibición de la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años
20 octubre, 2023
Firma aquí por la prohibición de las bebidas energéticas a menores de 18 años
"*" indicates required fields
El estudio de Justicia Alimentaria Bebidas energéticas: fuera de control, consumo disparado revela la necesidad de medidas regulatorias para proteger la salud de la infancia y adolescencia. Sus demandas incluyen la prohibición de la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años, la prohibición de la publicidad y el marketing dirigido a niños y jóvenes, etiquetas de advertencia en los envases y una corrección en el precio para disuadir el consumo excesivo.
En medio de un creciente debate sobre el aumento del consumo de bebidas energéticas entre jóvenes de 14 a 18 años en España, y las recientes propuestas de regulación y prohibición de venta a menores de edad por parte de comunidades autónomas como Castilla-La Mancha y Galicia, Justicia Alimentaria reclama una regulación exhaustiva.
El informe destaca la ausencia de una regulación clara y específica para las bebidas energéticas en el mercado estatal. Mientras que productos como los zumos de frutas y las bebidas refrescantes están rigurosamente regulados en cuanto a sus estándares, las bebidas energéticas operan en un limbo normativo. No existe una definición precisa que las acote, ni se especifica qué ingredientes pueden contener, en qué concentraciones o en qué combinaciones. Esta falta de regulación dificulta su control y supervisión, planteando serios desafíos tanto para los consumidores como para los encargados de su control.
Alarmantes niveles de consumo
Los datos recogidos por Justicia Alimentaria revelan que las bebidas energéticas, más apropiadamente denominadas “excitantes,” han proliferado en la vida de los españoles, en especial entre los jóvenes. Sorprendentemente, cerca del 70% de los adolescentes de 10 a 18 años las consumen regularmente, y un 12% de ellos consume más de 7 litros al mes. Incluso entre los niños de 3 a 10 años, alrededor del 20% ha sucumbido a su atractivo.
El fenómeno es tan significativo que el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones del Ministerio de Sanidad ha proporcionado gran parte de la información sobre estos productos. Los datos revelan un aumento preocupante en el consumo, en especial entre las juventud.
Falsa percepción de seguridad
Otro hallazgo relevante es la falsa percepción de seguridad en el consumo de bebidas energéticas, especialmente entre la población joven. A menudo, estas bebidas se perciben como inofensivas, a pesar de los riesgos asociados a su consumo. La falta de conciencia sobre su contenido y efectos pone en peligro la salud de las personas consumidoras.
Relación con otros hábitos peligrosos
Un estudio reciente en Noruega revela que el consumo diario y elevado de bebidas energéticas entre adolescentes no solo plantea preocupaciones por sí solo, sino que también está estrechamente vinculado a una serie de otros hábitos peligrosos y factores socioeconómicos. Este hallazgo subraya la importancia de considerar el contexto y los factores que rodean el consumo de bebidas energéticas.
Efectos nocivos sobre la salud
Las bebidas energéticas a menudo contienen niveles problemáticos de cafeína y azúcares añadidos que pueden afectar negativamente la salud de los consumidores. Además, estas bebidas a menudo superan ampliamente las recomendaciones diarias de vitaminas, lo que puede tener implicaciones para la salud.
La política pública: autorregulación ciudadana
El Gobierno español ha respondido a la creciente evidencia científica y a las preocupaciones sobre las bebidas energéticas con una campaña informativa bajo el lema Consume con Responsabilidad. Sin embargo, esta respuesta gubernamental no incluye medidas regulatorias significativas, como la prohibición de consumo, regulación de la publicidad, modificaciones en el etiquetado y estrategias de marketing, dejando la responsabilidad de regulación en manos de los consumidores.
Concentración y oligopolio
El estudio también destaca la concentración y el oligopolio en el sector de las bebidas excitantes, con una atención especial a Red Bull y su posible actuación como un cártel. La Unión Europea ha inspeccionado a Red Bull por sospechas de vulneración de leyes antimonopolio, lo que plantea interrogantes sobre la competencia en el mercado de bebidas energéticas.
Demandas
Ante esta problemática, Justicia Alimentaria propone una serie de demandas al Ministerio de Consumo:
- Prohibición de venta a menores de 18 años: Justicia Alimentaria exige la prohibición inmediata de la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años.
- Prohibición de publicidad y marketing dirigido a niños y adolescentes: La organización insta a prohibir la publicidad y marketing de bebidas energéticas dirigido a niños y adolescentes.
- Prohibición del patrocinio en eventos deportivos y otras actividades: Se demanda la prohibición del patrocinio de bebidas energéticas en eventos deportivos y otras actividades.
- Etiquetado de advertencia en envases: Se solicita un etiquetado de advertencia visible en el frontal de los envases, informando sobre la alta cafeína, azúcares y otros componentes.
- Corrección en el precio y medidas disuasorias: Justicia Alimentaria propone una corrección en el precio, como un impuesto, para desalentar el consumo de bebidas energéticas debido a los riesgos para la salud.
La organización destaca su compromiso con la protección de la salud pública y hace un llamamiento al Gobierno para tomar acciones concretas contra los riesgos asociados con el consumo de bebidas energéticas, especialmente entre la población joven.
Ver el vídeo “¿Qué esconden las bebidas energéticas?”
Descarga el informe “Bebidas energéticas: fuera de control, consumo disparado”