Las mujeres protagonistas de un acto revolucionario: transformar el sistema alimentario desde la creatividad, la comunicación y el barrio
9 desembre, 2025

El Centro Vecinal Cinesia de San Cristóbal (Villaverde) acogió una presentación multifacética como resultado final del proyecto ‘Alimentando la Igualdad’ que han llevado a cabo Justicia Alimentaria y OMC Radio con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid. A través de diversas expresiones artísticas como serigrafía, carteles, un fanzine y la radio comunitaria, se ha mostrado el aprendizaje y el poder multiplicador de numerosos grupos de mujeres que han participado a lo largo de todo el año en los espacios de igualdad de los distritos de Barajas, Hortaleza, Moratalaz, Usera, Vallecas y Villaverde.
El evento de cierre del proyecto ‘Alimentando la Igualdad’ contó con la asistencia de cerca de 70 mujeres llegadas de los seis distritos implicados. La primera parte consistió en un intercambio de experiencias y propuestas sobre temas de interés como ´la cultura de la dieta´, ´alternativas de producción y consumo de alimentos´ o `la tarea de cuidar la alimentación´ entre otros.
En la segunda parte del encuentro, se presentaron tres iniciativas que contribuyen a la transformación del sistema alimentario hacia un modelo más saludable y sostenible: la red de huertos urbanos de Madrid, la cooperativa agroecológica Surco a Surco y una nutricionista del Zentro Empatía. En las tres intervenciones quedó patente el hecho de que las iniciativas agroecológicas y de consumo responsable, promueven y trabajan por afianzar la horizontalidad, la equidad y la convivencia del vecindario implicado al tiempo que trabajan por otro modelo alimentario. Todo el evento fue retransmitido en directo por OMC Radio comunitaria de Villaverde, con entrevistas a las participantes.
El encuentro también contó con la presencia de personal técnico del Ayuntamiento de Madrid, como entidad financiadora, que participaron activamente en las dinámicas.
Agroecología, feminismo y comunicación para transformar el sistema alimentario
Justicia Alimentaria ha basado en estos tres pilares la apuesta del proyecto ‘Alimentando la Igualdad’ para trabajar con las mujeres que siguen siendo vertebrales en la planificación de la alimentación familiar. Uno de los indicadores de los que ha partido el proyecto es que, a pesar de ser una acción cotidiana, la alimentación no es algo sobre lo que reflexionemos; y menos aún desde un punto de vista feminista que analice el impacto en la salud o las repercusiones medioambientales, sociales o laborales de este modelo alimentario globalizado sobre las mujeres. Pero tampoco se suele reparar en esta responsabilidad que asumen mayoritariamente las mujeres, sin que otros agentes sociales se corresponsabilicen de estas tareas o de la propia educación alimentaria.
“Ha sido muy llamativo el intercambio entre mujeres de diferentes generaciones que nos ha permitido analizar desde nuestra experiencia, cómo en las últimas décadas la cuestión alimentaria ha sido asociada meramente a decisiones individuales, sin tener en cuenta cómo todo el entorno, y en especial la cultura alimentaria han cambiado” apunta Alicia Sevilla, técnica de Justicia Alimentaria para el proyecto. “Hemos visto que no sólo se trata de un mejor reparto de tareas en el hogar -que también-, sino de que los gobiernos, las empresas y la comunidad tomen responsabilidades para que podamos comer bien, es decir, por el derecho humano a una alimentación saludable, sostenible, justa y accesible”.
Con la intención de conocer alternativas para lograr esta transformación alimentaria, las mujeres participantes han tenido la oportunidad de interactuar en los huertos comunitarios que existen en sus barrios durante el desarrollo de las actividades del proyecto. Almudena Orden Fernández responsable de la formación y acompañamiento de la red de huertos comunitarios de Madrid, recalcó que se sigue pensando que el `agricultor´ siempre es un hombre, pero que en estos huertos comunitarios “se apuesta por la horizontalidad y la equidad porque son espacios de convivencia aunque no estén exentos de dificultades”.
Así mismo, Alicia Argudo y Roberto Valdivieso, de la cooperativa “Surco a Surco” resaltaron que “para romper las lógicas del consumo actual, que no es natural, hay que tener más contacto con la tierra y sus ciclos”. Por ello apuestan por crear más grupos de consumo de productos agroecológicos, de temporada y de cercanía. Y remarcan que “lo revolucionario es volver a lo natural y a las colectividades, creando barrio”.
La nutricionista, Elena del Estal Pérez, del Zentro Empatía, destacó la confusión y desinformación que existen sobre las dietas alimentarias y cómo esto impacta en la salud física y mental, especialmente de las mujeres, a través de lo que llamó la cultura de la dieta. Además, subrayó cómo la responsabilidad sobre el derecho a una alimentación saludable y sostenible, que debería abordarse desde las políticas públicas, recae mayoritariamente en las mujeres.
El cambio que nace en el día a día de los barrios
Claudia, participante en los talleres del espacio de igualdad Clara Campoamor, comenta que llegó escéptica pensando que ya se lo sabía todo sobre alimentación o dietas y sin embargo reconoce que ha aprendido mucho a diferenciar cosas, a interpretar etiquetas o a reconocer la falsedad que existe y cómo las industrias alimentarias, los supermercados o los medios nos imponen un tipo de creencias engañosas. En definitiva, ha aprendido a alimentarse con más conciencia.
Fran, dinamizadora en el espacio de igualdad Carmen Chacón, destaca la importancia de estos talleres porque “hace ya tiempo que la alimentación está gobernada por las grandes empresas y nos hacen comer lo que ellas quieren. Estos talleres hacen que las mujeres se empoderen y sepan lo que comen, qué quieren comer y cómo. Y sobre todo permiten aprender a tener una relación sana con la alimentación y con sus cuerpos. Siempre se habla de nuestros cuerpos y nunca somos nosotras las protagonistas de nuestros propios cuerpos.” Continúa diciendo que “Aquí las mujeres tienen la oportunidad de juntarse, hablar entre ellas y saber que tampoco están solas, porque cuando se hace red te das cuenta de que todas estamos pasando por lo mismo y que juntas somos más poderosas para combatir la presión estética y la culpa por la alimentación y por lo que comemos”.
El efecto empoderador y multiplicador de ‘Alimentando la Igualdad’
Otro de los objetivos propuestos en los talleres con mujeres de los barrios es que elaboren materiales que les sirvan para comunicar lo aprendido a otros grupos de su entorno. Este es un proceso empoderador para que las mujeres sientan que son agentes de cambio. Según declara Ana Luisa Santa Olalla, técnica del equipo de cooperación del Ayuntamiento, sobre la idoneidad de este proyecto: “pensamos que la Educación por una Ciudadanía Global, además de en las escuelas tenía que llegar a toda la población y a través de los espacios municipales. Este proyecto trabaja la educación para el desarrollo sostenible, la participación comunitaria y que se multiplique a otros. La labor de difundir es su potencial”.
Ainhara, monitora de los talleres en la zona Norte de la ciudad de Madrid, destaca alguna de las actividades realizadas donde dice que “se han retroalimentado sabidurías” destacando que en Barajas se apostó por elaborar el fanzine ´Nada que tirar´ contra el desperdicio alimentario con el apoyo de Carmen Medina en la ilustración ymaquetación. En el distrito de Hortaleza señala “la relevancia de su espacio de igualdad como centro pionero en materiales y recursos” y resaltó la visita que realizaron al huerto de Cristal donde conocieron el compostaje comunitario. Y en Moratalaz, donde además visitaron el huerto `la cuña verde´ que “allí aprendieron a plantar y conversaron sobre las desigualdades en el sistema alimentario”.
Patricia Palomino, dinamizadora en la zona Sur, destaca que las mujeres participantes en los talleres, al ser grupos ya consolidados, tienen una relación de confianza que facilita el intercambio de opiniones y vivencias entre ellas y con las monitoras, lo que permite estar en igualdad de condiciones para compartir el día a día sobre alimentación y temas relacionados. “Algo que tenemos todas en común es la culpa y parece que siempre nos estamos martirizando con la alimentación y que hablar de estos temas nos alivia y nos quita un peso de encima porque le damos nombre a lo que nos pasa en relación a la alimentación o al reparto de tareas”. Comparte también Patricia cómo le emocionaba que al cabo de algunas sesiones las mujeres confesaban haber introducido cambios en sus hogares y con sus familias. Apunta que “ha sido muy gratificante confirmar el potencial transformador que tiene estar informadas para poder tomar decisiones”.
Las talleristas concluyen destacando la necesidad de seguir apostando por estos espacios porque “se necesita seguir con la educación alimentaria y a partir de aquí surgen otros temas que las mujeres necesitan hablar”.
La exposición que se pudo visitar en el evento mostraba las piezas artísticas creadas por las mujeres durante los talleres en los que han participado todo el año. A través de murales, carteles, “móvil de los deseos”, estampación, juegos de mesa….y mucha radio de barrio, como la de OMC Radio de Villaverde, que lleva décadas apostando por la comunicación comunitaria. Las mujeres han hecho tertulias, pildoras informativas y cuñas de radio para promocionar lo aprendido, para saber cómo comunicarse en las ondas y compartir empoderadas con voz propia estos mensajes de cambio. Se han creado QR insertados en las piezas de la exposición, cartelería y postales, para que a modo de podcast sean escuchadas.
El resultado del proyecto ha sido valorado muy positivamente por la organización como apunta Clara Mozas, técnica de Justicia Alimentaria: “Haber colaborado con espacios comunitarios como son los espacios de igualdad ha ayudado a abordar la alimentación con una perspectiva global, una acción local y un enfoque feminista muy necesario. Este evento ha servido para reconocer el trabajo de todos estos meses, compartir los aprendizajes, y celebrar los pequeños cambios de cada una, para nosotras y para nuestros barrios.”
Espacios de igualdad participantes:
Berta Cáceres (Usera), María Moliner (Vallecas), Clara Campoamor (Villaverde), Ana Orantes (Barajas), Maria Telo (Moratalaz) y Carme Chacón (Hortaleza).
Programas Alimentando la Igualdad de OMC Radio: https://www.ivoox.com/podcast-alimentando-la-igualdad_sq_f12659962_1.html