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Premios CEAPA: Justicia Alimentaria premiada por su labor en los comedores escolares

4 abril, 2025

  • Justicia Alimentaria ha sido premiada por su trabajo en la defensa de comedores escolares que promuevan la salud de niños y niñas. Un trabajo que también apuesta por el respeto a los territorios, el cuidado de quienes producen los alimentos y al planeta

  • “En Justicia Alimentaria creemos que no se puede educar sin alimentar bien. Y no se puede alimentar bien sin transformar el modelo alimentario en su conjunto. Por eso, nuestra propuesta no es solo cambiar menús, sino cambiar miradas”, dice Andrea Deodato, presidenta de Justicia Alimentaria

La Confederación Española de Asociaciones de  Padres y Madres de Alumnado (CEAPA) ha vuelto a entregar sus galardones anuales en un acto emotivo y cercano que tuvo lugar de nuevo en IFEMA con motivo de la celebración de la Feria AULA 2025.

La gala de los Premios CEAPA 2025 contó con la presencia de la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, y de la directora de IFEMA, Nuria de Miguel, además de representantes de organizaciones que habitualmente colaboran con CEAPA, como CANAE o la FELGTBI+. También estuvo presente un numeroso grupo de representantes de las federaciones y confederaciones territoriales que forman parte de CEAPA.

Durante su discurso, Pilar Alegría agradeció el trabajo de CEAPA durante sus 45 años de historia “tomando partido, aportando soluciones y trabajando para que nadie, especialmente las administraciones, nos olvidemos de por qué y para quiénes estamos aquí: por todos los niños y niñas, y por todos los jóvenes que están y estarán, para que todos reciban la educación que merecen”. “Reconstruir las escuelas no es sólo levantar paredes, es reconstruir la cotidianidad, la vida, el día a día, el cariño y la convivencia de profesores y estudiantes”, agregó la ministra, que también puso en valor el trabajo de otros premiados, como el proyecto de comedores escolares saludables y sostenibles de Justicia Alimentaria o la labor del maestro y pedagogo Miguel Ángel Santos Guerra, de quien tomó una frase para destacar el valor de la educación: “Es una tarea optimista, porque permite al ser humano aprender y mejorar. Es una obligación que tenemos que hacer todos juntos”.

Aquí queremos reproducir íntegramente el discurso de la presidente de Justicia Alimentaria,

Queridas amigas y amigos de CEAPA,

Antes que nada, quiero daros las gracias de corazón por este reconocimiento. Recibir este premio es mucho más que una alegría para quienes formamos parte de Justicia Alimentaria: es una confirmación de que lo que estamos haciendo tiene sentido, tiene impacto, y sobre todo, tiene aliados con quienes seguir caminando.

Desde hace años, entendimos que defendemos que el comedor escolar no puede ser visto como un mero servicio logístico, ni como un apéndice del horario lectivo. El comedor es un espacio de vida, de relaciones, de aprendizajes fundamentales. Y también es un reflejo de qué modelo de sociedad queremos construir.

En Justicia Alimentaria creemos que no se puede educar sin alimentar bien. Y no se puede alimentar bien sin transformar el modelo alimentario en su conjunto. Por eso, nuestra propuesta no es solo cambiar menús, sino cambiar miradas. Apostamos por un modelo alimentario escolar que promueva la salud, que respete los territorios, que cuide a quienes producen los alimentos, y que ponga en el centro a las personas y al planeta.

Porque cuando hablamos de alimentación escolar, hablamos del Derecho a la Alimentación. Y este derecho no es negociable. Todas las niñas y niños tienen derecho a una alimentación saludable, sostenible, culturalmente apropiada y producida en condiciones justas. Eso es lo que defendemos cuando hablamos de Soberanía Alimentaria en la escuela. Y eso es lo que muchas veces el sistema olvida.

A lo largo de este camino hemos tenido muchas alegrías, pero también no pocas decepciones. Cambiar inercias no es fácil. Cuestionar intereses económicos instalados en el sistema alimentario escolar puede ser incómodo. Apostar por una alimentación sin ultraprocesados, sin residuos, sin contratos que prioricen el precio por encima de la calidad humana, es remar contracorriente.

Y sin embargo, seguimos. Porque hemos comprobado que cuando las familias se implican, cuando el profesorado se suma, cuando el personal de cocina se siente parte del proyecto, cuando hay escucha y voluntad política, los cambios suceden. A veces lentamente, otras con más fuerza. Pero suceden.

Y en este camino, CEAPA  sois una compañera fundamental. Nos une no solo la defensa de una alimentación digna en la escuela, sino una visión compartida: la de una comunidad educativa viva, activa y con voz. Gracias por vuestro compromiso constante, por alzar la voz cuando ha hecho falta, y por poner siempre a las familias en el centro de la transformación.

Este premio nos emociona, pero sobre todo nos compromete. Nos compromete a seguir, a profundizar, a compartir aprendizajes y a sumar nuevas voces. Porque si algo hemos aprendido es que ningún cambio estructural se logra en soledad. Solo trabajando juntas, construyendo redes, tejiendo alianzas como la que tenemos con CEAPA, podremos seguir avanzando hacia escuelas que cuidan, alimentan y educan de forma coherente con los valores que defendemos.

Los comedores escolares son una palanca de transformación del sistema alimentario, para mejorar la salud de nuestros niños y niñas, y de vincularlo con el territorio y la agricultura local

Así que gracias, de verdad. Por este premio. Por la confianza. Y por creer, como nosotras, que otro comedor escolar es posible. Y que alimentarlo, es también educar. Gracias por sumarse a este camino común hacia escuelas más justas, cuidadoras y coherentes con nuestros valores 💪🏼 ¡Solo trabajando juntas podremos seguir avanzando!