Dinero. Toda actividad económica que se realice a cualquier nivel siempre va a tener una serie de efectos secundarios de los que muchas veces no somos completamente conscientes. Delegamos la responsabilidad de nuestro dinero a entidades que no nos explican qué es lo que hacen con él. En el supuesto caso que guardásemos el dinero que tenemos en una caja y quisiéramos gestionarlo, ¿lo haríamos de la misma manera que lo hacen las entidades de crédito? ¿En qué tipo de actividades están invirtiendo las entidades nuestros ahorros? Si lo supiésemos, ¿haríamos lo mismo?
Vale la pena plantearse este dilema e indagar un poco más. En este sentido, desde Justicia Alimentaria estamos dando seguimiento a las entidades que especulan con alimentos, una práctica financiera que provoca un disparo al alza en los precios de la materia prima básica para la alimentación humana y, tal y como corrobora el Banco Mundial, está causando más de 44 millones de muertes en el mundo por imposibilitar su acceso a comida.
La ALIMENTACIÓN no puede estar sujeta a los mercados financieros bajo ningún concepto ya que esto contribuye a engrosar de manera exponencial el número de personas que no tienen acceso a alimentos.
Nos hacemos eco de las recomendaciones del Relator especial de la ONU por el Derecho a la Alimentación pidiéndole al Gobierno que cumpla con las obligaciones jurídicas con respecto al derecho humano a la alimentación.
Exigimos la retirada total y absoluta de la ESPECULACIÓN sobre los productos alimentarios ya que ésta atenta contra un derecho humano como lo es la alimentación.
Hay alternativas. Creemos en la necesidad rotunda de forzar la salida de los agentes especulativos del mercado alimentario. ¿Cómo?
Excluir a los agentes con finalidad especulativa de los mercados financieros de alimentos.
Nuestro informe
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