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Justicia Alimentaria contribuye a la transición hacia sistemas alimentarios resilientes en República Dominicana

28 junio, 2023

Justicia Alimentaria con el financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha anunciado el inicio de un programa a cuatro años en República Dominicana que se ejecutará en 67 comunidades de las provincias fronterizas Elías Piña, Independencia, Bahoruco, Barahona y Azua. Y beneficiará de forma directa 1500 familias y 7500 personas. También, impulsará sistemas alimentarios sostenibles y resilientes al cambio climático, derecho a la alimentación de la población rural, fomentando medios de vida sostenibles, oportunidades económicas diversificadas e inclusivas.

Estas acciones se implementarán con las organizaciones locales: Centro de Promoción Campesina, LEMBA, Federación Campesinos Independientes Mamá Tingó, FECAINMAT, Iniciativa Solidaria, ISOL, Confederación Nacional de Mujeres del Campo y el Centro de Solidaridad para para el Desarrollo de la Mujer, Ce-Mujer.

El propósito fundamental es desarrollar medios de vida sostenibles de las familias campesinas en las referidas comunidades rurales, adaptadas a los choques del cambio climático, con enfoque género, bajo sistemas de producción agroecológica y buenas prácticas agrícolas.

Además, se impactará en la recuperación de ecosistemas rurales y su resiliencia; la seguridad, soberanía alimentaria y nutricional bajo el enfoque de cadena de valor y género, y las capacidades de incidencia del campesinado para demandar sus derechos a la alimentación y a una vida digna.

En ese mismo orden, se incorpora un componente para la estabilización de ecosistemas para proteger cuencas hidrográficas fomentando y conservando fauna y flora, suelos, agua y capacidades comunitarias e institucionales para el manejo racional de esos recursos.

También, se impulsará la mejora de la soberanía, seguridad alimentaria y nutricional de las  personas productoras y sus familias bajo el enfoque de cadena de valor y género, apoyando la diversificación productiva, recuperación de materiales de siembra nativos y adaptables a las condiciones locales, las buenas prácticas agrícolas, agregado de valor a la producción primaria, mejora de los sistemas de comercialización y un importante componte de capacitación, asistencia técnica y de multiplicación de experiencias entre la propia población meta.

Las organizaciones campesinas verán aumentada su capacidad para formular propuestas, aumentar sus conocimientos y capacidades sobre los derechos de la población campesina y las organizaciones para exigir, negociar y asumir corresponsabilidades en procura del desarrollo de las comunidades.