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Resistiendo desde la tierra, la agricultura campesina frente a la crisis

28 abril, 2025

Haití atraviesa actualmente una de las peores crisis de su historia, que pone en tela de juicio la existencia misma de esta nación que un día se atrevió a proclamar la libertad de los esclavos y jugó un papel importante en la historia del Nuevo Mundo. A pesar de la magnitud de esta crisis, la atención se centra principalmente en el desplazamiento forzado de poblaciones, provocado por la presión de las bandas armadas que cada día ocupan más territorio en todo el país.

El campesinado, que en el pasado era un pilar económico que representaba el 25 % del PIB, continúa debilitándose y corre el riesgo de desaparecer si la situación continúa. La producción agrícola, que depende de la agricultura de secano, está seriamente amenazada. Los agricultores enfrentan muchas dificultades para comercializar sus productos, sobre todo a causa de las bandas que controlan las carreteras principales. Las pérdidas post cosecha son considerables, lo que agrava aún más la precariedad del sector.

La venta de una parte de la producción agrícola es, sin embargo, esencial para los agricultores: les permite satisfacer sus necesidades, cumplir con sus obligaciones diarias y adquirir los insumos necesarios para futuras campañas de siembra y plantación. Esta inestabilidad debilita profundamente la agricultura nacional. A pesar de todo, algunos agricultores comprometidos y expertos en la agricultura familiar siguen resistiendo e invirtiendo en su actividad.

Junto con socios locales en Haití, desde Justicia Alimentaria se apoya un modelo de producción que promueve las fincas tradicionales. Este modelo beneficia ya a 1.125 explotaciones agrícolas ubicadas en los municipios de Kenscoff y Arcahaie (departamento Oeste) así como Thiotte (departamento Sureste), gracias al apoyo financiero de la AECID, la Generalitat Valenciana y  la AACID. Gracias a estos esfuerzos se ha incrementado la productividad agrícola, se ha mejorado la comercialización de los productos y se han mitigado los efectos negativos del cambio climático.

La campaña de siembra y plantación de la primavera de 2025 es de vital importancia para garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades rurales de Haití. Con el apoyo del Gobierno de las Islas Baleares (GOIB), más de 225 familias de agricultores –entre ellas 127 mujeres– de los municipios de Thiotte, Kenscoff y Arcahaie recibieron, en marzo de 2025,  semillas autóctonas así como apoyo técnico. Esta iniciativa tiene como objetivo proteger y fortalecer la agricultura familiar mediante la promoción de las explotaciones agrícolas tradicionales, verdaderos pilares de la biodiversidad y motores de la economía rural haitiana. También ayuda a fortalecer la resiliencia de los agricultores ante las sequías recurrentes y los efectos del cambio climático.